Por Swami Sivananda
Todo sobre el Temor
1 ¡Levántate! ¡Oh hombre!
El temor es ilusorio, no puede durar. El valor es eterno, no puede morir. Los riesgos, las calamidades y los peligros constituyen el lote de cada hombre que habita este mundo. Por lo tanto, oh hombre, fortalece tu mente con el valor y la paciencia. La valentía, el coraje y el aplomo serán tu soporte cuando atravieses todos los peligros. Así como una roca permanece firme en la orilla del mar sin ser afectada en lo más mínimo cuando las olas se estrellan contra ella, así también el hombre dotado de valor no es afectado por las peligrosas y oscuras olas de este Samsara. Permanece firme en todas las condiciones y circunstancias difíciles, y sal de ellas vencedor.
Un hombre valiente no tiembla a la hora del peligro. Jamás se siente avergonzado ni perplejo. No se viene abajo. No es agobiado por la desesperación…. Sonríe ante todos los peligros y apuros, sopla la trompeta del triunfo, y finalmente obtiene la victoria.
Las amenazas del temor aterrorizan al corazón. Lleva una vida virtuosa. Vive en Dios. Sé bueno. Sirve. Ama. Da. Medita. Nada podrá asustarte. El Señor de la Muerte te temerá. Los terrores no serán terror para ti, incluida la muerte.
No aterrorices a tu alma con vanos temores imaginarios. Del temor proceden la desgracia y el fracaso. Los temores de un cobarde lo exponen al peligro. Un cobarde muere muchas veces antes de que tenga lugar su verdadera muerte. Sé audaz. Sé alegre. No permitas que tu corazón decaiga debido a la fantasía de los temores imaginarios. Ten confianza y fe en ti mismo. Tu derecho de nacimiento es el valor. Eres el hijo del Néctar. Hijo de la Luz. Un vástago del Brahman inmortal. Reclama tus derechos de nacimiento ahora. ¡Levántate! ¡Oh hombre! OM OM OM.
2 ¿Qué es el temor?
El equivalente a «temor» en sánscrito es «Bhaya». El temor es una emoción o Vritti en la mente que se produce cuando la propia vida está en peligro debido a fuerzas externas. El hombre reacciona frente a esa situación con una emoción de miedo.
Se caracteriza por palidez del rostro, palpitaciones, disminución o interrupción del pulso, temblor de los miembros, transpiración, mirada inexpresiva, pérdida del control de orina y heces, ahogo de la voz, incapacidad de hablar, etc. El cuerpo se pone como un tronco. La mente se atonta. Las funciones de los sentidos se inhiben. En casos extremos uno podría morir de la conmoción. En los casos comunes, cuando se elimina la causa del temor, lentamente se recupera de los síntomas morbosos y vuelve a su estado original.
3 Causa del temor
La ignorancia es la causa del temor. El hombre probó el «fruto prohibido» y se volvió esclavo de la lujuria. Olvidó su naturaleza original y divina y, por lo tanto, quedó envuelto en el remolino de la ignorancia. La identificación con el cuerpo, es la causa del temor.
El cuerpo físico es un instrumento para el disfrute sensual del hombre. Si sufre alguna enfermedad, teme perder este cuerpo que le sirve como vehículo para su goce. Hace todo lo posible para conservar el cuerpo.
El sentimiento de inferioridad es otra causa del temor. Este sentimiento negativo produce en el hombre falta de confianza en sí mismo e inseguridad. Teme a aquellos que son superiores a él en talento, poder, puesto o eficiencia. Siente que es incapaz de hacer algo.
Alguna deformidad o incapacidad física, falta de eficiencia física y mental, son otras causas del temor.
La única manera de liberarse del temor es tomar conciencia del Ser.
4 Temor y apego
Temor y apego son modificaciones de la mente. Son olas o remolinos temporales. La mente no es más que apego y temor. Son hermanos mellizos. Por lo tanto están íntimamente relacionados entre sí. Si destruyes el apego y el temor no hay vida ni existencia para la mente. El Upanishad declara: «El desapego, la fe, el temor, la timidez, la modestia, la vergüenza, etc. son sólo estados de la mente».
El miedo es un producto de la ignorancia. El hombre olvida su naturaleza esencial y divina debido a la obstinación y a la identificación con su cuerpo. En un comienzo él era Brahman o el Alma Inmortal libre de todo temor. A causa del egoísmo se convirtió en un niño rebelde. Se separó de su Padre. Dividió la propiedad.
Comenzó su vida independiente en este plano terrenal. Alquiló una casa en el mundo. Entró en la casa del cuerpo de carne y hueso y se volvió un pequeño hombre tímido, con toda clase de temores. Cuando era Uno con su Padre, cuando la familia estaba unida, no tenía cuerpo, ni músculos, ni carne, ni huesos, ni «yo», ni «mío», ni deseos.
Por lo tanto era completamente valiente, siempre dichoso y en paz. No tenía idea de cuerpo, casa, propiedad, esposa, hijos, puesto o prestigio. Nunca pensaba en las enfermedades del cuerpo o la caída del estatus social. Tampoco tenía noción de enemigos, guerra, tumultos o de huir en busca de refugio o seguridad. Su morada original era tranquila, segura y libre de cualquier tipo de peligro o enemigo.
En su nueva vida egoísta e independiente se volvió orgulloso, deshonesto, de mente estrecha y vil. Tuvo bajos pensamientos. Siempre pensaba en la carne y el placer de la carne. Practicó la filosofía de la carne y predicó la filosofía de la carne que es sinónimo de «Filosofía del cerdo». Los temores diarios se multiplicaron cuando se apegó mucho a su cuerpo, a los cuerpos de su esposa e hijos, y a su casa, propiedades, etc.
Está ahogado en pena y sufre una terrible conmoción si estos objetos se destruyen o pierden. El primer eslabón de la cadena es el apego a su cuerpo físico.
Estás apegado a la lapicera, al bastón, a un libro, al reloj, a la toalla o una tela. El temor se desliza lentamente hacia el interior. Hay temor de perderlos. Considera siempre la idea que «todos los objetos son ilusorios, perecederos y causantes de dolor». No tendrás ningún apego. Incluso si hay apego, será leve. Podrás eliminarlo con un poco de reflexión y discernimiento.
5 Temores Imaginarios
Todo hombre tiene algún temor imaginario de una u otra clase. Maya nunca permitirá que alguien descanse tranquilamente. El hombre está inquieto debido a la lujuria, la cólera, la codicia, los celos, el orgullo y el odio. El temor normal constituye solamente un cinco por ciento de los temores. Mientras que los temores imaginarios componen un noventa y cinco por ciento.
Los temores imaginarios causan enfermedades, agotan todas las energías del hombre y causan toda clase de conmoción febril, baja vitalidad, malestar, inquietud, falta de armonía, etc. Cuando hay una epidemia de cólera o de fiebre tifoidea, el temor causa predisposición a dichas enfermedades. El hombre tiene terror del cólera, se preocupa e imagina que los microbios han entrado en su cuerpo. La imaginación hace serios estragos. ¡Se vuelve en verdad víctima de la enfermedad!
Un estudiante se prepara día y noche para el examen subsiguiente. Ha pasado meritoriamente todos los exámenes de clase. Pero desarrolla cierto temor imaginario, «el temor al examen», tan pronto como entra al salón de exámenes, se pone nervioso y se confunde. Sus manos tiemblan. No puede escribir. Falla en el examen.
Le pedí a un abogado inteligente, un master en letras y filosofía que podía discutir bien en la corte, que pronunciara un discurso sobre la «Necesidad de la religión». Subió a la plataforma. Había una gran audiencia. Sufrió «el temor de escena» y se aturdió. Su voz estaba entrecortada. Empezó a transpirar. Dijo algo tartamudeando, dio pena en la plataforma y se bajó en cinco minutos.
Ramakrishna era un hombre sano. Una corriente de aire frío le provocó tos. Era un caso simple de bronquitis o frío en el pecho. Pero persistió por unas semanas. Consultó con el médico. El doctor dijo, «podría ser un caso de tuberculosis. Haga tratamiento en el sanatorio».
«Ese podría ser un caso de tuberculosis» hizo estragos en Ramakrishna. Era una sugerencia equivocada. Produjo un temor imaginario en él. Empezó a preocuparse desde ese momento. Su salud se vino abajo gradualmente. Al final contrajo tuberculosis de verdad. Hay muchas clases de microbios en este cuerpo, como el Pneumoniae, etc. Pero no pueden hacer travesuras cuando uno posee buena salud y alta vitalidad. Cuando la vitalidad baja, toman ventaja. El hombre sucumbe fácilmente a sus estragos o ataques.
Sri R.S. Bannerjee estaba durmiendo en una habitación en la casa de su amigo en Dehra Dun. Esa noche, él y sus amigos hablaron sin parar sobre los daños causados por espíritus malignos. Estas ideas echaron raíces en su mente subconsciente. Soñó que la habitación en la que estaba durmiendo era una habitación encantada y que algún espíritu maligno le había hecho daño. Desde ese día empezó a perder su salud gradualmente. Esto se debió a cierto temor imaginario.
Algunos desarrollan el temor imaginario de que perderán su trabajo. Otros imaginan y piensan, «¿Qué será de mí si mi esposa se muere ahora? Tengo que cuidar de nueve niños. Aprende a discernir, cavilar, reflexionar y meditar. Asóciate con el valor. Sé un testigo silencioso del zoológico de la mente.
6 Fobias
Los temores raros, secretos, irracionales y anormales son llamados fobias. La palabra original en griego es «Phobos» que significa temor. Algunos tienen mucho miedo a los escorpiones. Esto es «escorpión-fobia». Otros temen a las serpientes. Ésta es «serpiente–fobia». Algunos le tienen terror a las ratas («rata–fobia»). Otros le temen a los truenos. Algunos temen caminar en la oscuridad.
Otros se asustan de ver a una gran multitud (plurofobia). Algunos se asustan al ver a un grupo de mujeres. Otros tienen miedo de estar solos. Algunos no pueden dormir con la luz apagada. Otros se atemorizan en espacios cerrados como túneles, etc., (claustrofobia). Unos cuantos sienten temor en los espacios abiertos (agorafobia). Aunque el médico haya dicho que definitivamente no hay ningún mal orgánico en ciertos pacientes, piensan que tienen algún problema de corazón o enfermedad de hígado o de riñón. Éstas son todas fobias del cuerpo.
Las causas de las fobias son nerviosismo, insensatez mediana o intensa, y la falta de investigación, pensamiento y conocimiento juiciosos y correctos.
La fobia es una forma anormal del temor. Un temor normal surge cuando la propia vida está en peligro, cuando algún objeto externo como una cobra o un tigre o una situación de tumulto amenazan la existencia del individuo. El miedo que surge en tales ocasiones es perfectamente natural. El hombre trata de salvar su vida ya sea luchando o defendiéndose.
Aquél que es incapaz de moverse entre mucha gente, que odia la multitud, que se asusta al ver a mucha gente, debe tratar gradualmente de moverse en el gentío, debe tener capacidad de adaptación y fuerza para soportar la agitación de la mente.
Si uno teme caminar en la oscuridad, debe tratar de liberarse de este defecto caminando de noche con una luz, al principio, y lentamente debe tratar de caminar sin la luz también. El temor desaparecerá con el correr del tiempo. El temor es una fuerza negativa. No puede subsistir ante la virtud positiva, el valor.
Aquél que posee, teme. No teme el que ha renunciado a todo, que percibe al Atman en todo.
7 No generes temor en los niños
Las madres generan temor en las mentes de sus hijos. Cuando los niños lloran, cuando se niegan a comer, o cuando hacen cualquier travesura las madres los asustan diciéndoles que «viene el hombre del saco y te va a llevar». Los niños se asustan. La mente es como la placa sensible de una cámara. Lo que sea que se exponga ante la lente es registrado en esa placa. Así también todo lo que se ve o escucha está permanentemente dejando impresiones en la placa sensible de la mente.
Las mentes de los niños son muy impresionables. Son muy maleables. Las madres y los maestros deben tener mucho cuidado cuando tratan con los niños. No deben decirles algo que los pueda asustar. Por el contrario, deben contarles historias de personas hidalgas, que los volverán valientes y con coraje. Incluso durante el período del embarazo, las madres deben leer libros inspiradores como el Ramayana, el Bhagavata o el Mahabharata, si desean dar a luz niños inteligentes y valientes.
Padres, madres y maestros deben tener al menos algunos conocimientos elementales de psicología. Sólo entonces podrán formar a los niños apropiadamente.
La sabia Madalasa cantó la siguiente canción de cuna mientras mecía a sus niños: «¡Oh niño! Tú eres el conocimiento puro. Eres inmaculado. Estás desprovisto de Maya y del Samsara». Así logró que todos sus hijos fueran sabios. El mundo necesita mujeres sabias como Madalasa. El destino del mundo y de los niños está en manos de las madres inteligentes.
8 Distintas Formas de Temor
El temor, la preocupación y la cólera agotan toda la energía del hombre y causan agotamiento y muerte temprana.
El miedo asume distintas formas. La vasta mayoría de las personas teme a la crítica pública. Algunos están temerosos de las enfermedades. El hombre más sano y fuerte puede desarrollar el temor imaginario de una enfermedad desconocida.
El rey teme a su enemigo. El erudito está temeroso de su adversario. La mujer hermosa teme a la vejez. Un abogado tiene miedo al juez y sus clientes. La esposa está temerosa de su marido. El estudiante teme al profesor. El inspector de policía teme a su superior. La rana está temerosa de la serpiente. La cobra teme a la mangosta.
Hay varios grados de temor. Ellos son el simple susto, la vergüenza, la timidez, la alarma, el terror y el pánico. Cuando hay pánico, todo el cuerpo transpira, pierde el control de la orina y las heces. La mente se vuelve como un tronco. A veces sobreviene una conmoción y un colapso inmediato y el hombre muere de insuficiencia cardiaca repentina. Empalidece y los ojos tienen una expresión horrible y lánguida.
El miedo desaparecerá lentamente si piensas en su contrario, el valor. Tendrás que desarrollar valor progresivamente. Ten la imagen mental de las palabras «OM Valor». Repite este Mantra o afirmación muy a menudo. Una palabra es el centro de una idea. Una idea es el centro de una imagen mental. Una imagen mental es el centro de un hábito mental. Un hábito mental es el centro de un rasgo en el hombre. Ten una clara imagen en la mente de la cualidad del valor, y ésta se desarrollará. La mente subconsciente hará todo por ti. La «Voluntad» también vendrá en tu ayuda. Desea ser valiente, y la «Voluntad» seguirá al deseo inmediatamente.
Abandona el apego a este cuerpo perecedero. No te identifiques con él. Este cuerpo es como la cáscara de un coco. Es como la funda de una almohada. Piensa constantemente en el Habitante interior, el Ser inmortal o Atman. Identifícate con el Atman. El temor desaparecerá. Muévete en espesos bosques o densas selvas en la noche y camina por las calles de tu lugar sin luz y sin guía.
9 Triunfa Sobre el Temor
El temor es un instinto común a todos los hombres. El temor es universal. Puede sobrevenir en cualquier lugar. Puede aparecer en cualquier momento. El temor es en general el resultado del dolor, el daño y el malestar. Hay cierta anormalidad en los pensamientos y las acciones. Las convulsiones histéricas y neurasténicas son todas atribuibles a una u otra forma de temor. El impulso y el deseo de escapar o huir de una situación peligrosa son los resultados inmediatos.
Este temor tiene que ser dominado. Uno puede liberarse del temor desembarazándose de los objetos del temor. Educar a la mente, desarrollar el poder espiritual, lidiar con cuestiones prácticas y aplicar diligentemente los conocimientos que uno posee, son todos factores esenciales para superar el temor. Debemos sentir que no hay ningún objeto del cual asustarse o por el cual sentir temor.
Pero, ¿cómo conquistar el temor? Algunas personas, a pesar de que viven en ciudades y áreas urbanas bien iluminadas, tienen miedo de andar en la oscuridad. Imaginan que algo malo puede ocurrirles y causarles dolor, injuria o malestar. Sólo el conocimiento bien desarrollado junto con la práctica puede aliviar a los hombres del temor. Puede ser paradójico suponer que «No hay nada que temer porque nada puede lastimarnos, aunque lo contrario es igualmente cierto».
Negando el temor, uno puede superar el objeto del mismo temor. No debes tener dualismo en la mente. Tienes que desarrollar siempre el amor cósmico y la fraternidad universal. Cuando hay amor y hermandad, no hay ninguna enemistad. No hay superioridad de poder. No hay placer ni dolor. En última instancia, no hay temor.
Por supuesto, ésta es una etapa. Al final siente la unidad de todos. Todos son Brahman. Todos se funden en Brahman. Sólo existe Brahman penetrando todo el universo. No hay una segunda cosa que tenga supremacía en el mundo entero. No hay en absoluto una segunda cosa en Su creación. Este conocimiento desarraiga el temor completamente y conduce a la paz eterna. El temor no emana del propio Ser. Éste es el secreto.
La Verdad debe estar clara y debe meditarse sobre ella. La recitación de los textos sagrados produce vibraciones. Estas vibraciones quitan todos los temores. Muchas enfermedades incurables que causan temor a la muerte en las mentes de los enfermos son curadas por estas vibraciones.
Un santo tamil, curó a un rey Jaina de Madura de su enfermedad incurable. Otro santo tamil, fue curado de su trastorno de estómago solamente por medio de tales vibraciones. Sakkubai fue liberada muchas veces de los problemas por medio de su sincera devoción al Señor Krishna. Todos ellos se sintieron Uno con Él.
Las terribles olas del temor pueden abalanzarse a veces sobre nosotros, perdemos el equilibrio mental durante un tiempo, nos volvernos muy sensibles y nerviosos. Una cadena de sucesos negativos aparece ante nosotros, uno tras otro en rápida sucesión. Los recuerdos del pasado se agolpan a gran velocidad. La imaginación se dispara y nos figuramos que un desastre tras otro nos aguarda. Aun así, bajo todas estas circunstancias, debemos depositar toda nuestra fe en Dios, tomar refugio en Él y creer que solamente Él puede liberarnos de todo mal.
Vencer el temor de este modo no bastará. Esto debe ser puesto en práctica. Debemos enfrentar primero a aquello que tememos.
El hombre que teme mirar a una audiencia, debe ser su primer y principal deber hacerlo hasta liberarse del temor de escena y el nerviosismo. Si uno tiembla al acercarse a su superior o a cualquier otra persona que, según él cree, está dotada de poderes superiores, eso debe ser tratado como su primer deber, todos los días, hasta que gane suficiente fuerza moral. Cuando alguien se horroriza ante una visión en la oscuridad, al instante debe ir corriendo al lugar y darse cuenta de que el objeto que le causó temor no es nada más que uno de sus objetos de uso diario.
Muchos pasan por una anormalidad grave y alarmante en el sueño, aún peor que en vigilia. Esto se debe a que cargan la mente con pensamientos negativos antes de irse a dormir. Nunca hay que acostarse en un estado de preocupación o de temor. Ni con pesar. Ni pensando en un mal inminente. Antes de irse a dormir, hay que abandonar tales pensamientos y meditar en Dios hasta liberarse de ellos. Uno debe tener paz perfecta en mente y alma. Si uno es incapaz de meditar en Dios, debe recitar algún himno o poema en voz alta antes de dormir.
Es seguro que tendrá un sueño tranquilo y profundo. Si meditamos en declaraciones sobre la Verdad, se abre nuestro ojo interior de sabiduría, somos dotados con el conocimiento correcto, y conocemos la Verdad. Esto es adoración divina. Esto es adoración al Señor. Es esto lo que nos libera de la esclavitud. Si trabajamos mentalmente y practicamos físicamente, siempre morando espiritualmente en pensamientos divinos y permaneciendo en un estrato superior de la mente, no sólo superamos el temor sino que también nos fundimos en Brahman.
MÉTODOS PARA ERRADICAR EL TEMOR
1 Victoria sobre el Temor
Según lo que piensas, en eso te conviertes, eso desarrollas. Según sea tu ideal, tu vida se convertirá en eso gradualmente. Esto es así porque hay un gran poder de transformación en el pensamiento.
Toma entonces la vida de hombres perfectos y piensa en sus actos, su vida e ideales. Tu vida se llenará de pureza, valor, etc. Te volverás un hombre noble y perfecto. El pensamiento te volverá semejante a él. El hombre se convierte en aquello que venera. El hombre se convierte en lo que piensa.
Siéntate con los ojos cerrados por la mañana temprano. Medita media hora en el valor, lo contrario del temor. Piensa en las ventajas del valor y las desventajas del temor. Practica esta virtud durante el día. Siente que tienes enorme valor de verdad. Manifiéstalo en tu vida cotidiana. En unas semanas o meses el temor será reemplazado por el valor. Repite la fórmula «Om Valor» mentalmente, varias veces por día. “Soy todo valor, soy una encarnación del valor, soy un héroe, mi voluntad es muy fuerte, no me asusto de nada…OM OM OM…
Es muy difícil atacar al temor directamente. Es muy fuerte. Has sido víctima de este rasgo negativo a lo largo de cientos de vidas. Se ha enraizado profundamente. Siembra las semillas del valor en tu corazón. Permíteles crecer. El temor morirá solo. Lo positivo siempre supera a lo negativo. Ésta es una ley psicológica inmutable.
2 Sentimiento de la Presencia de Dios
Dios penetra todo. Está siempre contigo. Está en ti, a tu alrededor. No hay que buscarlo lejos. No puede ser percibido con los ojos físicos. Tu sentido del tacto no puede ayudarte. Debes tomar conciencia de Él a través del ojo interior de la sabiduría.
Las personas no reflexionan de dónde provienen sus satisfacciones diarias, quien es el proveedor constante que nunca falla ni se detiene, adonde está Su morada, qué pedirle y cómo reverenciarlo. El Habitante y Su morada pueden ser vistos solamente mediante la visión interior y el conocimiento correcto. La concentración, la meditación y los pensamientos sublimes son los senderos a esta morada.
La mayoría de las personas se siente incapaz de concentrarse en Dios y meditar en ideas divinas. En todas las etapas del sendero uno se encuentra con personas excepcionales que están siempre listas para ayudarlo pero que no se anuncian como tales. Está en uno saber encontrar a tales hombres, elegir a su propio Guru para obedecerlo implícitamente, servirlo con toda sinceridad y seriedad, y expresarle su sed de conocimiento. Deben evitarse estrictamente las discusiones vanas y las preguntas hechas con la intención de probarlo. Uno debe ser regular en sus lecciones y práctica.
También hay personas que dicen que no pueden encontrar a un solo hombre que reúna las cualidades necesarias para ser su Guru. Aunque se sostiene firmemente que no puede lograrse perfección alguna sin un Guru, también es cierto que Dios está tan cerca de uno como de todo el mundo. Un intento sincero y serio tendrá sus propios frutos. Este no es un pretexto para dejar la concentración y la meditación.
Es muy común que las personas se quejen de que cuando empiezan a pensar en Dios, su mente vaga de aquí para allá, y sus pensamientos se dirigen a ciertos asuntos mundanos. La mente está llena de lujuria. Está siempre intranquila. Pasa por todo, lo bueno y lo malo. Hay que atarla con el triple cordón de la devoción, la concentración y la meditación. Hay que mantenerla siempre bajo control.
Trata de estar solo durante varios minutos todos los días. Si no puedes permitirte esto, utiliza cada momento libre que tengas. Selecciona un lugar solitario, un banco del río, la cima de un monte, el balcón abierto de tu casa, la orilla del mar, una pradera agradable, un rincón en un templo, iglesia o mezquita o una habitación privada. Depura todos tus pensamientos errabundos. Esto será muy fácil en cualquiera de esos lugares cuando todos los sentidos sean atraídos por la belleza y excelencia del sitio o el paisaje o por el silencio profundo que hay alrededor. Si es necesario, quema incienso o varillitas perfumadas que te mantendrán siempre alerta.
Hay dos maneras diferentes para la adoración de Dios. Una es la «Naturaleza de Su omnipresencia» y la otra «Aquí y sólo aquí». Si uno se sienta y considera la omnipresencia de Dios, es decir, Su presencia en el sol, la luna, las estrellas y en todo lo que ve, quizás podría perderse en la inmensidad. Por otro lado, uno puede localizar la presencia de Dios en la etapa inicial para poder desarrollar después el método anterior.
Habiendo estabilizado la mente ya sea mirando fijamente un punto o una imagen de cualquier forma de Dios o del Gurú, o escuchando el murmullo del río o las olas del mar, pronuncia la declaración «Dios está ahora aquí» o «Dios está en esta habitación» lentamente y en un tono bajo. Primero repite «D-I-O-S E-S-T-Á A-H-O-RA A-Q-U-Í» de un modo meditativo profundo. Luego relájate durante un tiempo y repítelo una vez más. Haz esto incansablemente hasta sumergirte en esta afirmación. Entonces experimentarás la presencia de Dios.
No te detengas con esto. Éste no es el objetivo final. Existencia Absoluta, Conocimiento Absoluto y Beatitud Absoluta son las metas supremas que debemos alcanzar. Después de experimentar que «Dios está ahora aquí» repite «Su presencia me llena de pies a cabeza». Mediante la repetición, experimenta Su existencia en ti. Del mismo modo practica «Su presencia es goce», «Su presencia es amor» y «Su presencia es paz». Siempre que tu mente intente vagar, repite estas declaraciones en voz alta hasta que se calme. Las horas matutinas son las más apropiadas. Esta práctica te liberará del temor y te llenará de valor, goce y paz.
Si practicas esto incansablemente, un sentido de júbilo supremo, amor cósmico y paz eterna reinarán en ti.
3 La Devoción a Dios erradica todos los Temores
Dios otorga perfecta seguridad a Sus devotos y quita toda clase de temores. Transforma el sentimiento de inseguridad y temor en confianza y fe. Lo salva del pánico y la desesperación.
Míra fue atormentada por su marido de varias maneras pero el Señor Krishna la protegió y la liberó de sus temores. La taza de veneno fue transformada en néctar. La cobra fue transformada en Saligrama y una guirnalda de flores. Luego fue encerrada en una jaula donde había un tigre hambriento. El tigre no sólo no la comió sino que besó sus pies. Esto se debió a la gracia del Señor Krishna.
El Señor Hari liberó a Prahlada de todos los temores. Él también fue atormentado por su cruel padre. Fue lanzado al mar, pisoteado por un elefante, arrojado desde la cima de una colina y lanzado al fuego. Pero todas las veces el Señor Hari lo salvó. El Señor Vishnu alejó todos sus temores.
Un devoto ve solamente al Señor en todos los nombres y las formas. Contempla al Señor Hari en todas partes. ¿Cómo puede, entonces, haber temor en él?. Refúgiate en el Señor, en Su nombre y Su gracia. Todos los temores desaparecerán completamente. Te otorgará fuerza, valentía, coraje y estabilidad mental. Abandona los deseos, raga-dvesha y toda clase de apego mundano. Ruega y medita: Oh, Señor, soy tuyo. Todo es tuyo, se hará tu voluntad. Llena mi corazón con valor, derrama tu gracia sobre mí, que mi mente se apegue a tus pies de loto, que sienta tu presencia en todas partes, que te contemple en todas las formas. Revelamé tu forma. Guiamé, protegemé. Om, Om, Om….
4 Meditación en Atman
La meditación en Atman que está llena de valor elimina completamente toda clase de temor. Un sabio contempla solamente al Ser intrépido e inmortal en todas partes. ¿Cómo podría, entonces, haber temor en él? Hay temor solamente donde hay dualidad. Si uno siente que hay un segundo objeto además de uno, inmediatamente se genera temor. Se asusta del otro hombre. La separación, la dualidad y la percepción de objetos se deben a la ignorancia.
Comienza a desarrollar la corriente opuesta desde hoy. Niega el cuerpo, e identifícate con el Atman omnipresente, inmortal y desprovista de todo temor. La total negación del cuerpo no puede afirmarse en un día o una semana. Piensa en Atman constantemente. Gradualmente te volverás valiente. Tendrás que luchar contra el tiempo. Cuanto más pienses en Atman, más intrépido te volverás. Sólo mediante un constante martilleo puedes clavar un clavo en la pared o en una tabla. Así también, sólo mediante un pensamiento constante y prolongado en Atman puedes volverte completamente valiente.
Medita. Asevera. Reconoce. Experimenta: Soy Atman, valiente y omnipresente, no le temo a nada: Om, Om, Om……El valor es mi derecho de nacimiento. Contemplo a Atman en todas partes, todo es mi Ser. Om, Om, Om…