Método de meditación
Uddhava dijo: «¡Oh Señor de ojos de loto! Dime, por favor, cómo y en qué aspecto, personal o impersonal, concreto o abstracto, debe meditar en Ti un aspirante a alcanzar Moksha. Dime cuál es la naturaleza de esa meditación, qué es, de qué manera y en qué forma debe ser practicada».
El Señor dijo: «Sentándose en una postura cómoda con su cuerpo erguido sobre un asiento plano, poniendo las dos manos sobre su regazo, debería fijar los ojos en la punta de su nariz, limpiar el pasaje de Prana mediante la inhalación (Puraka), la retención de la respiración (Kumbhaka) y la exhalación (Rechaka), y también a la inversa, manteniendo los sentidos bajo control.
OM, con el sonido de una campana, se extiende desde Muladhara hacia arriba. El aspirante debe empujar la sílaba sagrada OM que es ininterrumpida cómo la fibra del loto, mediante Pranayama a través del corazón, hacerla vibrar como una campana y añadir la vocal otra vez.
Así, uno debe practicar el Pranayama acompañado de OM diez veces, tres veces al día. Debe repetir OM mental y constantemente durante la inhalación y la exhalación. Al mes, podrá controlar Prana. Dentro del cuerpo está el loto del corazón con su tallo hacia arriba y la flor hacia abajo, con ocho pétalos y el pericarpio. Además, está cerrado. Medita en él como si tuviera la flor hacia arriba y abierta. En el pericarpio piensa en el sol, la luna y el fuego uno dentro del otro. Medita en la siguiente forma Mía dentro del fuego que es muy auspiciosa para la meditación.
Mi forma es simétrica, grácil, apacible, con cuatro brazos largos y bellos, un cuello bien desarrollado y hermoso, mejillas preciosas y una sonrisa llena de gracia. Con los Makara Kundalas, brillantes pendientes que adornan las simétricas orejas, vestido con una túnica de oro, oscuro como una nube, con la magnífica marca del Shrivatsa y Lakshmi en el pecho. Adornado con la caracola, el disco, la maza, el loto y una guirnalda de flores silvestres (Vanamala), con los tobillos engalanados con ajorcas tintineantes y el pecho resplandeciente con la refulgencia de la gema Kaustubha. Ataviado con una corona brillante, brazaletes y una hermosa pretina, cautivante para el corazón, con el rostro y los ojos radiantes, llenos de gracia y ternura.
Él debe meditar en esta forma con la mente concentrada. Debe enfocar la mente en todas esas características descriptas. Debe retraer los sentidos de sus objetos con una mente firme, y con la ayuda del cochero intelecto como guía, debería dirigir la mente hacia todo Mi cuerpo. Luego, debe concentrarse en una parte solamente, Mi rostro risueño. No debe meditar en ninguna otra cosa. Después debe retirar la mente del rostro y fijarla en el Akasha o la causa suprema. Debe dejar eso también y descansar en Mí como el Brahman puro desprovisto de todo atributo. Que no piense en nada en absoluto. Que la Triputi del meditador, el objeto de meditación y la meditación desaparezcan. Que se hagan uno. Que olvide la triple diferencia. Este es el Nirvikalpa Samadhi más elevado.
Aquél que ha alcanzado así la absorción perfecta, que ha fundido su mente totalmente, se ve a sí mismo en Mí y también Me ve en él de la misma manera en que la luz se une con la luz. La ilusión acerca de los objetos, el conocimiento finito y la acción desaparecerá entonces totalmente para el yogui que concentra así su mente mediante la intensa meditación y logra la unión conmigo o el Samadhi. Éste es el fruto del Samadhi».