Entre los grandes personajes femeninos que han sobresalido en la humanidad en los últimos tiempos, en el campo del esoterismo gnóstico, sin duda alguna la Venerable Maestra Litelantes ha sido la mas enigmática, incluso por delante de la Maestra de la Teosofía Gnóstica H.P. Blavatsky, de la Mística hindú Sarada Devi y de la Iniciada Anne Besant.
En su paso por la Tierra, Litelantes fue uno de esos seres que nunca deja indiferencia; se le ama o se le odia, se le entiende o no se le comprende, se le sigue o uno se separa del camino. Lo que si acontece con la Maestra Litelantes es que amigos o enemigos, jamás la han podido olvidar.
Como mujer fue una dama correcta, atenta y muy educada, con finos detalles con los semejantes. Humilde en su manifestación y expresión y perfecta esposa y madre de sus hijos.
Como Maestra de Misterios Mayores y miembro activo de la Logia Blanca, y debido a sus características de Juez del Tribunal del Karma, fue recta, insobornable, poco dada a los halagos y lisonjas, y naturalmente portadora de una gran sabiduría esotérica y de la vida cotidiana.
El concepto de la palabra para ella, era de una elevación que los seres humanos comunes no entendemos. En ella la palabra era ley y consideraba a las personas por sus palabras y por sus hechos. Ella jamás falseaba su verbo y se entristecía por las personas que lo usaban sin medir sus consecuencias.
Su sabiduría esotérica y ocultista abarcaba, obviamente, mucho mas allá de lo que enseñaba y si se conocen parte de su sabiduría oculta es gracias a su esposo el Venerable Maestro Samael.
El en sus libros relata infinidad de experiencias, místicas transcendentales, que ambos vivieron y a su vez en forma humilde, como corresponde a los grandes seres, nos relata como su compañera esotérica y esposa le enseñó el desdoblamiento Jinas, es decir como meter su cuerpo físico en la cuarta coordenada o cuarta dimensión, concretamente en uno de sus libros, concretamente en “Tratado de Medicina Oculta y Magia Practica” comenta lo siguiente:
«La Gurú LITELANTES, conocida en la tierra con el nombre profano de Arnolda de Gómez, me enseñó los estados de Jinas.
Esta Dama–Adepto es mi esposa–sacerdotisa, y mi colaboradora esotérica. Yo había leído mucha literatura ocultista, pero jamás había encontrado datos concretos sobre el «modus operandi» de los estados de Jinas.
El Venerable Maestro Huiracocha en su novela iniciática, nos cuenta el interesante caso del comandante Montenero que con su cuerpo físico en estado de Jinas entró al templo de Chapultepec, en México, para recibir Iniciación Cósmica.
Don Mario Roso de Luna nos habla también maravillosamente sobre los estados de Jinas, pero, ningún escritor espiritualista jamás nos había enseñado la fórmula concreta para poner el cuerpo físico en estado de Jinas.
Aprendí esta fórmula de mi propia esposa–sacerdotisa. Ella me la enseñó prácticamente. Vienen a mi memoria muchas cosas interesantes de aquella época.
Allá por el año de 1946, mi esposa y yo vivíamos en el pueblo tropical de Girardot (Cundinamarca). Cierto día la Dama–Adepto me dijo: «esta noche me transportaré con mi cuerpo físico en estado de Jinas a casa de la señora E… Me haré sentir en ella, y allí le dejaré un objeto material»
Algo intrigado le pregunté: ¿Es posible transportarse uno con cuerpo físico a través de los aires, y sin necesidad de avión? La Gurú Litelantes sonriendo me dijo: «Ya verás»…
Muy temprano fui a visitar a la señora… y entonces esa señora algo impresionada, me dijo que durante toda la noche había sentido ruidos en su casa, y pasos de una persona extraña.
Luego me contó que dentro de su aposento debidamente cerrado con candado, había encontrado ciertos objetos materiales pertenecientes a la señora Arnolda.
Asombrado yo de la cuestión, fui a contarle el caso a mi esposa, la Dama–Adepto, y entonces ésta sonriendo me dijo: «ya ves que sí se puede viajar con cuerpo físico en estado de Jinas».
Más tarde me invitó a hacer una excursión con el cuerpo físico por los dominios de esas maravillosas tierras de Jinas, de las cuales habla Don Mario Roso de Luna, como ya he mencionado anteriormente.
Una noche, la más quieta, la más callada… estaba acostado en mi lecho, en perfecto estado de vigilia; de pronto la Dama–Adepto me dijo: «levántate del lecho, y vamos»…
La Dama–Adepto había puesto su cuerpo físico en estado de Jinas y estaba rodeada de las terribles fuerzas cósmicas del Dios Harpócrates.
Me levanté de mi lecho, y lleno de fe la seguí, caminando con paso firme y decidido. Una voluptuosidad espiritual me embriagaba, y entonces resolví flotar en los aires.
Comprendí que me había sumergido dentro del plano astral, pero con el cuerpo físico. Entendí, que cuando el cuerpo físico se sumerge dentro del plano astral, puede levitar y queda sujeto a las leyes del plano astral, pero sin perder sus características fisiológicas.
La Dama–Adepto me hizo volar por encima de grandes precipicios y montañas, para probar mi valor.
Después de una excursión muy interesante realizada por remotas tierras de Jinas, mi esposa Litelantes y yo regresamos a nuestra casa, a nuestra habitación.
Seguí experimentando por mi cuenta, y descubrí que para transportarse uno con cuerpo físico en estado de Jinas, sólo se necesita una mínima cantidad de sueño, gran poder de concentración y mucha fe.
Más tarde la Dama–Adepto me explicó algo sobre el Huevo Órfico y los estados de Jinas.
Las fuerzas que la Gurú LITELANTES me enseñó a manejar, son las fuerzas harpocratianas, que bullen y palpitan en todo el universo. Las fuerzas de HAR-PO-CRAT-IST , son una variante de las fuerzas crísticas.
Dondequiera que haya un estado de Jinas, un desdoblamiento astral, un templo de Jinas o un lago encantado, allí están las fuerzas de HAR-PO-CRAT-IST, en función activa.
Esta ciencia maravillosa la aprendí de la Gurú LITELANTES, mi esposa–sacerdotisa, que trabaja en los mundos superiores como uno de los cuarenta y dos Jueces del Karma.”
La V.M. Litelantes (Dña. Arnolda Garro) nació un otoñal día de 6 de Octubre de 1920 en Colombia. La familia Garro – Mora tuvieron diez hijos y eran de condición campesina y humilde, ellos tenían una pequeña milpita (parcela agrícola) con la que sobrevivían tanto ellos como los pocos trabajadores que les colaboraban.
Desde muy pequeña Litelantes tenia un excepcional talento y grandes poderes de percepción ultra (clarividencia) que la hacían destacar entre sus compañeras de estudio, pues no necesitaba casi leer texto alguno, porque con sólo poner atención se le grababan en su memoria las clases que impartían los profesores, logrando así un gran aprovechamiento.
A pesar de su corta edad, era la más sobresaliente de su familia, tanto para negociar, hablar y administrar las cosas, asombrando a propios y extraños por su elocuencia y brillante inteligencia.
Ya desde su infancia era una verdadera amazona, una extraordinaria jinete, que incluso domaba potros salvajes, que la obedecían cuando hablaba con ellos.
Conforme fue creciendo se hizo cargo de la administración en la finca de sus padres. Aquellos eran tiempos difíciles y la Maestra Litelantes tenía todas las ocupaciones de un hijo varón, las que desempeñaba impecablemente.
Mas lo importante de esta extraordinaria joven, no era las cuestiones mundanas de aprendizaje, administración o manejos de animales.
Lo importante era su mundo mágico, muy particular, y el dominio de la naturaleza exterior e interior, gracias su sabiduría, que se remontaba desde vidas lejanas, y a una fuerza de voluntad fuera de lo común. Conforme sus años pasaban, lograba auténticos prodigios y avances en su camino Iniciático, en su Maestría esotérica.
Desde muy joven, casi desde niña, dominaba perfectamente el desdoblamiento Astral y los estados Jinas. Para ella los Paraísos Perdidos, el Vellocino de Oro, el Jardín de las Hespérides eran una realidad patente y tangible.
A veces se solía acostar vestida en su cama, ante el asombro de sus hermanas que se burlaban de ella. La explicación era sencilla, ella acudía a ciertas ceremonias esotéricas que se celebraban en los Mundos Superiores y al llevarse el cuerpo físico, como dama que era la gustaba acudir con sus mejores vestiduras físicas.
Este gran Ser ha sido una autentica bendición para el Gnosticismo de estos tiempos, puesto que tanto ella como su esposo ha descifrado y develado las claves suprema de la Sabiduría Universal, sin dogmas ni fanatismo de ninguna especie.
La Maestra Litelantes ha sido, al igual que en su día lo fue H.P. Blavatsky, una gran viajera. Ha visitado casi todos los continentes, y entre ellos varios países en donde ella había tenido varias reencarnaciones, ya que recordaba todas y cada una de ellas.
Uno de los sitios que visitaba con mayor agrado era la Montaña de Montserrat en España, pues allí existe un gran templo Jinas en la cuarta coordenada.
El Templo interno de Montserrat guarda celosamente el Santo Grial —que contuvo la preciosa sangre de Jesucristo—, pues ahí fue depositado por José de Arimatea.
Desde este Templo sagrado los Maestros expanden luz a todo el mundo. La Maestra Litelantes es un miembro activo y consciente de dicho templo.
Ella ha sido una autentica heroína del siglo XX, que ha sabido entregar a la humanidad la mejor joya que ser humano pueda poseer: la SABIDURÍA.
Terminada su obra este gran Ser abandonó su cuerpo en un día de invierno, concretamente el día 5 de Febrero de 1.998