Sabiduría

Tradición Hermética

A lo largo de la historia de la humanidad ha existido un conocimiento superior inherente al hombre que le ha conferido la sabiduría.

Cuando un hombre, un pueblo o una civilización se han preparado debidamente este conocimiento florece y brilla por un tiempo.

El conocimiento superior ha sido llamado de muchas formas de acuerdo al tiempo y al lugar, por ejemplo, Tao, Yoga, Zen o Gnosis y es sapiencia, conocimiento.

Más no estamos hablando de un conocimiento que se adquiere con la lectura de libros o con la asistencia a la escuela o la universidad, nos referimos al conocimiento por revelación, a la intuición.

El principio de la sabiduría es conocimiento del propio Ser, y este tipo de conocimiento no tiene límites ni orillas.

La sabiduría superior brilló en Hermes Trimegisto; también entre los Esenios, los Peratas o Peraticenos; entre los griegos, como por ejemplo, un Jámblico o un Pitágoras; entre los alquimistas medievales, como Raimundo Lulio, Nicolas Flamel, Bernardo Trevisano.

Brilló el conocimiento superior en Jesús de Nazaret y en Pablo de Tarso; así como en los misterios de la antigüedad, como los mayas, nahuas, druidas y los de Mitra, Troya, Roma, Cartago, Egipto, etc.

En la edad de Piscis, que se inicia con Jesús de Nazareth y concluye en s. XX, el conocimiento superior permaneció oculto en las escuelas esotéricas o herméticas. Más en el siglo XX, con la llegada de la era de Acuario el conocimiento se hizo público.

Grandes sabios y maestros a partir del siglo XIX han hablado de la antigua sabiduría, de la religión síntesis. Por ejemplo, la inquietud espiritual de esta época se inició con la gran maestra de la Teosofía Helena P. Blavatsky.

Sin embargo, no ha sido la única que ha hablado. En encontramos, por ejemplo, en la India a Rama Krishna y Sarada Devi, grandes maestros autorrealizados que contribuyeron al renacimiento del Hinduismo en el s. XIX. También tenemos a Sivananda, gran exponente del Yoga hindú.

Por otra parte, insignes teósofos  propagaron el conocimiento en el s. XX como por ejemplo: Leadbeater, Annie Besant, Mario Roso de Luna, etc.

Cabe también mencionar a Rudolf Steiner, fundador de la antroposofía, e importantes rosa-cruces como por ejemplo Franz Hartmann o Krumm Heller (maestro Huiracocha). 

No olvidemos al escritor de temas ocultistas y esotéricos Jorge Adoum (mago Jefa), ni la labor realizada por Jidu Krishnamurti.

Toda esta tradición esotérica y hermética ha sido culminada en los albores de acuario por el maestro de gnosticismo contemporáneo Samael Aun Weor.

En más de setenta obras y con un lenguaje sintético  y revelador, devela con precisión matemática los grandes misterios de la humanidad y la sabiduría del pasado.

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