La obra de Swami Sivananda
I.- Introducción
Swami Sivananda nació y vivió en la india desde 1887 hasta 1963. Su obra literaria es inmensa y enriquecedora.
Miles de personas han entrado en contacto con sus casi trescientos libros escritos en todas las lenguas de la india y en las principales europeas y americanas. Estas notas son una primera aproximación a su obra literaria, tan vasta y profunda, pero a la vez tan llena de cuidada y deliberada sencillez, como para llegar a todo tipo de personas, con independencia de su condición intelectual. Como notas que son no pretenden compilar de manera científica, utilizando el tradicional método de búsqueda y presentación de fuentes, la ingente obra del maestro Sivananda, sino recopilar ideas para darles una cierta entidad informadora, con la buena voluntad de mejorarlas con el tiempo.
En la primera parte se exponen las características de su obra, sintetizadas en apartados que permiten al lector su análisis separado. En la segunda se habla de su producción literaria y de las instituciones que se crearon en su época para difundir sus trabajos. Se incluye como anexo a las presentes notas un cuadro recopilatorio de todos sus libros clasificados por materias.
II.- Características de su obra
Swami Sivananda no estaba apegado a sus derechos de autor ni tenía una visión comercial de su obra Swami Sivananda no tenía motivos comerciales de su labor editorial. No quería derechos de autor. No los solicitaba. Prefería que sus libros se escribieran en ediciones numerosas y en muchas lenguas. Le dieran derechos de autor o no siempre volvía a entregar los originales si algún editor deseaba publicar de nuevo sus obras sinceramente. Las 100 copias que solían darle por cada 1000 editadas se distribuían sin beneficio en instituciones, bibliotecas y periódicos creando una importante cadena de distribución y publicidad para los propios editores. Swami Sivananda la llamaba las copias de la puja de Ganesha, eran su “royalty”, (juego de palabras en inglés, imposible de traducir al español, entre las palabras royalty: realeza y royalties: de igual significado en castellano). Los comerciantes saben que si los primeros frutos se ofrecen a dios, a los sabios y a los renunciantes, el negocio está asegurado. De esta forma, todos ganan.
Sólo sin tener una finalidad comercial pudo escribir cientos de libros desde su pequeño kutir en los himalayas.
Los editores conseguían más beneficios en la época, vendiendo libros de magia y milagros que de vedanta y salud. Para salvar esta dificultad editorial, creó la “Divine life society” y la “Yoga vedanta forest university”, a las que cedía los derechos de autor de su obra. Pese a la creación de las mencionadas instituciones siempre dejaba publicar a editores desinteresados.
No le gustaba que en sus libros se le describiera como un avatar un maestro mundial, o un bhagavan. Quería que sus libros fueran naturales y sencillos.
No le importaban los temas financieros. Sólo sabía dos cosas: que el conocimiento debía alcanzar a todos y que debía dar, dar, dar, sin esperar obtener nada a cambio.
Superó numerosas crisis financieras, pero nunca se detuvo la maquinaria encargada de producir sus libros.
Swami Sivananda creó un fondo gratuito de publicaciones
Los que aportaban algo (muchos con cantidades mínimas) obtenían un panfleto. Swami tenía un “libro con las direcciones de todos los donantes” que le fue de gran utilidad, en los años 30, para diseminar su obra por todo el mundo.
Era un escritor que nunca paraba de escribir
Sus libros se distribuían de forma gratuita en la india y en el extranjero. Deseaba que tras su muerte su experiencia estuviera disponible para la humanidad. Para comprender el deseo de swami en la diseminación de su obra hay una interesante anécdota con un editor. En 1933, cuando preparaba materiales para su obra “La práctica del yoga volumen II” los editores le sugirieron que mantuviese la obra en un sólo volumen. Swami les contestó: ¿por qué detienen mi obra? Dejen que “La práctica del yoga” tenga tantos volúmenes como sea necesario: 3, 4 ó 5, a medida que tenga nuevas ideas sobre el tema. Déjenme escribir hasta que mis ojos puedan, hasta que tenga ideas que mostrar a los buscadores de la verdad. Mi amor para servir a la humanidad es tan grande que continuaré publicando mi trabajo con la ayuda de mis escribientes y secretarios, incluso si pierdo mi vista. Dejen que el trabajo divino crezca y traiga paz y dicha al mundo.
Los editores de un periódico le regalaron una máquina de escribir marca royal que utilizo durante 20 años. Luego, la tecnología, a la que nunca se resistió, introdujo otras hasta que apareció el ciclostyle para sus “forest talks”.
Sus obras derivan de su experiencia y la de sus estudiantes
Cuando Swami Sivananda estudiaba los textos sagrados (las escrituras) resumía los puntos sustanciales de cada obra, reflexionaba sobre ellos, incorporaba su experiencia personal y luego lo pasaba a texto. No perdía ninguno de sus pensamientos porque los escribía todos. Observaba a sus estudiantes y sus experiencias. Escribía sobre el efecto del yoga en ellos y luego lo publicaba para que sirviese a todos mediante cartas, artículos y mensajes en periódicos en todas las lenguas. Clasificaba todas sus lecciones y luego las publicaba en forma de panfletos o libros. Esta es una de las razones por las que su obra es tan extensa.
Su lema:
Máxima cantidad de trabajo en el menor tiempo posible trabajo rápido y diseminación veloz del conocimiento espiritual.
El método de trabajo que utilizaba era el siguiente: quiere la máxima cantidad de trabajo en el menor tiempo posible.
Empleaba a varias imprentillas a la vez para sacar su trabajo adelante sin parar. Les pedía que no se preocuparan de las facturas que éstas siempre se pagaban al final.
Incorporaba nuevas ideas en las pruebas de imprenta de sus obras, aunque no estuvieran totalmente relacionadas con el objeto principal del libro, porque consideraba que sus estudiantes no podían esperar a la publicación del siguiente trabajo. De otro lado incorpora poemas y obras menores, tipo instrucciones prácticas para la vida diaria, en sus libros, tanto al final como al principio, aunque no tuvieran nada que ver con el objeto que se estudia en la obra.
No se preocupaba en exceso de los errores de imprenta, ni del número de páginas de sus libros solía decir: “si hay material, no hay que resumirlo en menos páginas”. No le gustaban las correcciones de los editores para mejorar el estilo, sino la fuerza de la palabra tal como había sido expresada. Le molestaba, especialmente, si los editores y correctores eliminaban las palabras en sánscrito que consideraba imprescindibles, incluso para los que no conocen esta lengua. Decía que las palabras sánscritas tienen un poder enorme y un significado poderoso.
Prestaba especial atención a los detalles en sus trabajos
Swami Sivananda siempre ponía especial atención en sus libros a las instrucciones detalladas de las técnicas que enseñaba. Por ejemplo una vez que estaba escribiendo unas instrucciones sobre japa le pidió al editor que imprimiera el símbolo de om 108 veces para que los que no conocían el Japa mala pudieran practicar en la propia página del libro. Incorporaba consejos prácticos adaptados siempre a su aplicación inmediata en el día a día de los hombres, con independencia del tipo de persona que recibiera la enseñanza.
No consideraba que sus libros tuvieran repeticiones
¿Por qué se decía que había repeticiones en sus libros?
La enseñanza de Swami Sivananda deriva de sus investigaciones y de la experiencia de miles de discípulos, como hemos dicho anteriormente. En sus libros destaca los aspectos esenciales de la enseñanza práctica desde distintos puntos de vista para que sean útiles al corazón, al intelecto, a la mente y al cuerpo. Swami enseña el yoga integral o de síntesis. Algunos creen que esta forma de escribir está llena de repeticiones del mensaje principal, pero las repeticiones son muy útiles para los estudiantes.
Muchos y muy diversos son las personas que leen sus libros, por lo que los ejemplos se ponen para que todos absorban el conocimiento por el corazón, por el intelecto, por la mente o por el cuerpo. Incluso los devotos que tienen todos sus libros le piden el último.
Las repeticiones deben evitarse, le dijo a un editor, pero no por evitarlas debemos omitir los aspectos sustanciales de la enseñanza, porque las repeticiones son imprescindibles para martillar la mente mundana. Sin el martilleo la mente no cambia. Así es en el Gita, en los Upanishads y en otras obras clásicas de la literatura Vedanta.
La hora de escribir
Muchas personas se preguntan por la intensidad de su obra. ¿Cómo podía tener tiempo para escribir tanto y dirigir la sociedad para la vida divina? Él siempre contestó: “cada día dedico algo de tiempo a escribir y con independencia del resto de mis obligaciones y preocupaciones, nunca abandono esta responsabilidad”. Lo hizo durante 40 años. Podía desconectar de sus quehaceres constantemente. Si la hora de escribir se acercaba, desconectaba la parte de su cerebro que atendía otras obligaciones y conectaba la que le predisponía a la actividad literaria. La inspiración estaba lista para plasmarse en sus libros. Cuando la hora de escribir finalizaba aplicaba los mismos principios.
Swami Sivananda se levantaba aproximadamente a las 03:00 y dedicaba las primeras horas a la meditación, a la práctica del pranayama, al baño en el Ganges, etc.
Utilizaba dos momentos para la escritura:
Entre 07:00 y 09:00, las dos horas previas al desayuno, tras sus prácticas de meditación intensas. En esas horas sus pensamientos afloraban rápidamente y se transferían enseguida a los cuadernos de notas que luego se convertían en libros.
Consideraba esta hora muy auspiciosa. Preparaba todo para que no hubiera ningún fallo. Sin moverse de la silla era capaz de plasmar todos sus pensamientos sobre todos los temas. A su alrededor, perfectamente ordenados, todos los libros de consulta que necesitaba. Trabajo intenso y rápido. Máxima
III.- Producción literaria
Su primer texto escrito
Un estudiante llamado Chand Narian Harkauli le dio un billete de 5 rupias para que se comprara leche, pero lo destino a comprar papel y a imprimir “Brahma-Vidya” (la realización de dios) en vez de comprar leche. Para entender esta anécdota hay que pensar que en el Swarg Ashram, donde vivía Swami en esa época, el papel prácticamente no existía, utilizando para escribir, en ocasiones, envoltorios y sobres de carta vueltos. De otro lado la leche era un bien escaso en la dieta de los renunciantes. Cuando años después Swami Sivananda contemplaba su obra, siempre decía a sus estudiantes:
“Veis: esta es la leche de Chand Narian”
Tras este libro, los estudiantes le animaron a que compartiera sus experiencias y escribió “La metafísica del hombre interior”. Luego vino toda su obra. Empezó a escribir en algunos periódicos como “My magazine of india”.
Su primer libro: “La práctica del yoga”. 1929
Su primer libro llevaba por título: “La práctica del yoga”. Luego siguió “La práctica del Vedanta” y “Un viaje a Kailash”. En esta primera fase de distribución participó intensamente Swami Paramananda que fue enviado a Madras para la difusión de la obra de Swami Sivadasananda. Su primer editor fue sri P.K. Vinayagam de “Ganesh and Co”. Swami Sivananda consideraba que el reparto adecuado de los beneficios de una obra era el siguiente: 40% para el editor, 40% para la producción y sobre todo… 20% para Shiva.
Las obras de Swami Sivananda cubren un vasto espectro de temas. La finalidad es aproximarse a los hombres desde todos los puntos de vista.
En su obra no solo apela al hombre racional y científico, la denominada comunidad intelectual, sino a los devotos y seguidores de todo tipo, a los seguidores sinceros que ignoran las leyes, a los hombres de negocios, a los padres de familia, a las mujeres y a los niños, a todos los seres humanos. Se dirige más al corazón y a los sentimientos, que a la inteligencia.
Sus trabajos no son tanto una enunciación de principios para guiar al intelecto y a la razón, como una serie de pensamientos e instrucciones prácticas sobre el arte de vivir espiritualmente, que van directamente al corazón de los estudiantes, sin circunloquios. Su estilo es sencillo y profundo.
La obra de Swami Sivananda trata de muchos temas que pueden dividirse en los siguientes:
Metafísica, yoga, religión, filosofía occidental, psicología, escatología, arte, ética, educación, salud, relatos, poemas, epístolas, autobiografías y biografías.
Se acompaña a las presentes notas un anexo en que se incluye, según esta clasificación, todos los libros editados por Swami Sivananda.
Su obra trata de temas tan variados como la anatomía y la fisiología, la salud, la higiene y la sanidad, el ejercicio físico, los primeros auxilios y el tratamiento de las enfermedades, la disciplina del cuerpo físico mediante las técnicas del hatha-yoga por la práctica de asanas, pranayama, bandas, mudras y kriyas, los valores de la vida, los deberes de los hombres, la familia, la comunidad y la nación, su postura ante el mundo y el universo, la estructura social, ética y política de los seres humanos, los valores religiosos y los éticos, la finalidad de la vida etc.
IV.- Instituciones que se crearon en su época para difundir sus trabajos y formas de difusión.
The Sivananda publication league”, Se creó en 1939 con el donativo del general mayor A.N. Sharma bajo los Auspicious de Divine Life Society para diseminar y preservar la obra de Swami Sivananda, y para publicar su obra al menor precio posible. Su primera publicación fue “Easy Steps to Yoga”
“The yoga vedanta forest university Press”.
En 1951 se creó la primera imprenta propia con una “Mishtra Press”. No se dudaba, cuando apareció la nueva máquina, de la importancia de producir tanto como se quisiera. Se enviaron libros incluso a los presidentes Truman, en U.S.A., Churchill en Londres y a Stalin en Moscú, por si los leían sus asesores…
“The Sivananda literature research institute”.
Se crea en 1958 para investigar en la obra de Swami Sivananda. Así aparece sadhana que resume las shadanas de todos sus libros.
“The Sivananda literature dissemination committee”
Se crea en 1959 para regular la obra original y la traducción de la literatura de Swami.
Publicaciones periódicas
Tenía predilección por ellas por su utilidad práctica. Se leen en el momento. Tanto diarios como semanarios. Swadharma, Sankirtan, The Divine Life magazine en 1938. Esta revista sustituye la técnica de los panfletos, algo anticuada, para que los visitantes del Ashram se lleven sus textos.
La traducción de su obra
Se realizaron desde el principio en 1939 a las lenguas de la india. Antes de 1953 había pocas a lenguas extranjeras.
Para la organización de un fallido tour de Swami Sivananda por todo el mundo se tradujo parte de su obra a las principales lenguas extranjeras.
Entrenamiento de estudiantes por correo
No tenía lecciones especiales preestablecidas para el correo pero remitía sus libros, según las características de los estudiantes, para su avance espiritual. Le gustaba los estudiantes escribieran su diario espiritual y siguieran “las veinte instrucciones espirituales importantes”. Su sistema de enseñanza por correspondencia es el de cartas breves.
V.- Conclusión
La obra de Swami Sivananda es tan amplia que pocos podrán leerla de forma sistemática y continuada. Hay tanto que aprender del maestro que a veces es difícil saber por dónde empezar, pero podemos estar seguros que en casi todos sus libros se condensan los principios que le llevaron a ser un grande entre los grandes:
Sirve, ama, da, purifica, medita y realízate, om, tat, sat