Evangelio de Judas Iscariote
Esta traducción se ha realizado a partir de los documentos publicados por la National Geographic Society, particularmente la transcripción copta del documento denominado «El Evangelio de Judas Iscariote» así como otras notas y acotaciones del equipo que lo restauró.
Es bien sabido que este Evangelio es un documento gnóstico escrito a partir de un original compuesto en los primeros siglos de la era cristiana. Probablemente de la misma época que la mayoría de los otros documentos que conforman el Nuevo Testamento.
Es difícil demostrar históricamente que el gnosticismo fuera la forma original del cristianismo. Lo que es claro es que en los primeros siglos de la era cristiana diversas formas gnósticas del cristianismo tenían una amplia difusión que fue implacablemente perseguida por el grupo cristiano asentado en Roma y, por tanto, aliado con el poder político del Imperio.
Tanto fue el empeño de este grupo romano que, a partir del siglo IV conformaría las bases de la Iglesia Católica Romana, por erradicar de forma absoluta la competencia del gnosticismo, que hasta el siglo XX no pudimos acceder a ningún documento gnóstico.
Fue la casualidad o la causalidad la que permitió que apareciese la apasionante biblioteca gnóstica de Nag-Hammadi en 1945. Y una circunstancia parecida la que permitiese la recuperación parcial de este Evangelio de Judas Iscariote.
El Evangelio de Judas Iscariote no es, ni mucho menos, el mejor texto gnóstico antiguo con el que contamos. Véanse las traducciones de algunos textos gnósticos de Nag-Hammadi. Pero está claro que su contenido ha generado una singular polémica.
Para entender un poco más este texto es necesario tener presentes una serie de conceptos gnósticos relevantes. De otra forma, para la mayoría de los lectores curiosos, el Evangelio de Judas Iscariote será un documento decepcionante.
En primer lugar hay que tener presente la diferencia fundamental del gnosticismo en relación a otras formas religiosas o vías místicas.
El gnóstico entiende que el Ser Humano se encuentra en una posición lamentable. Aparece en el mundo físico pero no tiene ni la más remota idea del cómo, el por qué y el para qué.
Estas cuestiones puede que no tengan relevancia alguna para la mayoría de los seres humanos. Pero el gnóstico se caracteriza por una aguda observación y sentido de lo transcendente.
Por tanto, no se conforma con su ignorancia ni esa situación miserable en la que se encuentra, condenado a sobrevivir en un mundo incomprensible con el único futuro de la muerte que le lleva a convertirse en abono para la tierra.
Así comienza el camino de un gnóstico. Una travesía a través de la vida destinada a adquirir Conocimiento. No un conocimiento basado en la asimilación de datos intelectuales sino un Conocimiento basado en la experiencia directa. Un concepto que en la práctica parece que es de difícil asimilación para la mayoría.
Los gnósticos suponen siempre una amenaza para todo poder terrenal (político y, especialmente, religioso) que basa su permanencia en el control de los pensamientos y la voluntad del pueblo. Ese es el papel que desempeñó la forma dominante del cristianismo. El pueblo ha de ser manso y obediente toda la vida para evitar la condenación eterna.
El gnóstico no precisaba templos ni autoridades. Si buscaba algo divino lo buscaba dentro de sí mismo. Al buscar dentro de sí mismo descubría también las raíces del mal del cual era el único responsable. Por eso Carl Gustav Jung (a quien se le debe la conservación de uno de los códices gnósticos de Nag-Hammadi) afirmaba que los gnósticos «fueron los primeros y más grandes psicoanalistas en la historia de la humanidad».
Efectivamente, el auto-psicoanálisis es la herramienta de investigación del gnóstico.
Y sólo admite como verdadero aquello que puede experimentar por sí mismo. Como el apóstol Tomás que se convierte en el símbolo del gnóstico auténtico. Una lectura superficial del famoso pasaje de los «Hechos» lleva a la conclusión de que Tomás es un escéptico. El escepticismo es tomado como un valor negativo en una cultura que ha exaltado durante siglos la fe ciega. Sin embargo es posible entender que Tomás sólo acepta aquello que puede experimentar. Y eso es, o debería ser, un gnóstico.
Por otra parte, como psiconautas, los gnósticos se caracterizan por la difusión de complejas ideas y cosmogonías. Esto es así porque, recordemos, los gnósticos exploran su propio «mundo interior». Basados en esas experiencias auto-psicoanalíticas han elaborado importantes «mapas».
El gnosticismo no es una caótica mezcolanza de ideas y doctrinas de todo tiempo y lugar. Hay que comprender que el gnosticismo consideró siempre que la Sabiduría o Gnosis ha estado presente desde el principio de los tiempos. Por eso es indiferente dónde se busque, ya sea en oriente o en occidente, ya en el norte o en el sur. Para el gnóstico no puede haber conflictos religiosos o culturales. Sólo diferentes niveles de comprensión de una Verdad.
Por eso, estos textos antiguos que hemos recuperado sólo contienen ideas importantes para quien ya se encuentra en un nivel de comprensión similar o cercano al de quien lo escribió. Esto quiere decir que, en cierto modo, los gnósticos son elitistas. Pero es cada una de las personas la que se sitúa en uno u otro nivel de comprensión. Los gnósticos seguían su propio camino pero siempre tenían una puerta abierta para quienes anhelasen transitar por las vías del Conocimiento.
Todos los mitos gnósticos (o sea, los mapas del Conocimiento) se caracterizan por un guión común:
– Existe una deidad o seidad absoluta e incognoscible (el No-Generado en el Evangelio de Judas Iscariote).
– De ella emanan todas las formas visibles e invisibles del Cosmos.
– La multiplicidad de emanaciones del Absoluto son lo que denominamos «Dios» o, más bien Elohim (literalmente dioses y diosas), el Demiurgo Arquitecto. En el Evangelio de Judas Iscariote se muestra esta idea: «en medio de todos esos llamados «Dios»»
– En los niveles inferiores del cosmos o Mundo Físico las criaturas poseen una Chispa, Centella, Estrella o Esencia (que todos los términos se refieren a lo mismo) del Absoluto. Esto es muy importante porque es la parte Real de cada ser humano, en la que están contenidas las posibilidades de «regresar» a su estado original, de completarse o auto-realizarse.
– La organización del Cosmos Inferior, Kenoma o Deficiencia es similar a la del Cosmos Superior, Pleroma o Plenitud. Este dualismo es muy importante para empezar a comprender la simbología que los gnósticos representan en sus «mapas» o «mitos». Por ejemplo, en el Evangelio de Judas Iscariote los 12 apóstoles son el símbolo del Ser y del Ego. Esta dualidad simbólica es frecuente entre los gnósticos paralelamente al aforismo esotérico hermético que dice «tal como es arriba, es también abajo». Por eso, en la visión de los 12 aparecen oficiando en un altar en el que se corrompen los seres humanos.
– Del Absoluto emana un Salvador, una Fuerza capaz de ayudar a las chispas o esencias que empiezan a «recordar» su origen y buscan ese retorno, re-unificación o re-ligare (que es, en última síntesis, el objetivo esotérico, interno o secreto de toda religión).
– De todo ello el gnóstico deduce que hay una posibilidad de «retorno». Y ese es su objetivo en la vida. Este objetivo sólo puede darse a partir de conocimiento real o Gnosis adquirido por su propia experiencia directa. (Sabiendo que Judas estaba expresando algo que conocía por experiencia directa. Evangelio de Judas Iscariote). El Trabajo Interior de un Gnóstico sólo puede realizarlo él mismo, tal como expresa el texto: «Dejad de luchar por mí. Cada uno de vosotros tiene su propia esencia (centella o estrella) y cada uno…» En este párrafo truncado se pone de manifiesto que, para los gnósticos, no es posible la «salvación» si no por el propio Trabajo individual.
Debemos comprender que la gran dificultad para entender los textos gnósticos antiguos estriba en dos puntos.
– Las traducciones son muy complicadas y no siempre reflejan de la mejor manera el significado original de los escritos. Este es un asunto que pretendemos paliar con las «Tradux Gnostikas». Debemos reconocer que, a pesar de todo, no siempre es posible hacerlas accesibles para todos los lectores dadas las dificultades que siempre aparecen cuando se trata de una «lengua muerta» como el copto.
– Lo más importante, el lenguaje, las metáforas, los significados gnósticos de las palabras empleadas en los textos pertenecen a una época y unas gentes (los gnósticos de principios de la era cristiana). Sería necesario conocer el significado real de cada expresión traducido a los términos que podríamos emplear hoy en día.
Pongamos algunos ejemplos que nos permitirán conocer mejor este asunto.
Cuando en los evangelios canónicos (los que se incorporaron por decisión unilateral del grupo romano al Nuevo Testamento) indican que «Jeshua (Jesús) subió al Monte» sería necesario captar algunas sutilezas. Una cosa es subir a un monte. Otra distinta es subir al monte. Y otra es subir al monte Pindo (por poner un ejemplo cualquiera). Cuando los textos indican, de forma concreta el monte, pero no le dan un nombre propio, significa que el protagonista se trasladó a un estado psíquico o dimensional diferente. Conviene fijarse que cuando aparece esa expresión en los Evangelios es precisamente cuando se obran algunos milagros curiosos, como el de la multiplicación de los panes y los peces, por ejemplo.
Veamos ahora algunas expresiones peculiares que se encuentran en el Evangelio de Judas Iscariote:
«Pero sus espíritus no pudieron estar delante de Él» Esto se dice después de que Jeshua les reta a permanecer delante de su rostro. Es claro que no se refiere a su rostro físico, que ya podían ver sus discípulos, si no a un estado o realidad espiritual que difícilmente se podrá expresar en los términos actuales que manejamos.
«Generaciones». Cuando se habla de generaciones no se quiere significar lo que hoy entendemos por una generación familiar (abuelos-padres-hijos) sino que se refiere a grupos definidos de humanos o seres espirituales o físicos.
«Reino». Es el término que se usa para expresar lo que hoy llamaríamos «dimensión» o «universo paralelo».
«Sumergirse en lo oculto». Aparece esta expresión refiriéndose a la inmersión en el mundo de los sueños, mundo onírico o dimensión astral (este último término bien conocido por los ocultistas en la actualidad).
«¿Podría ser porque mi simiente está controlada según las reglas?» Esta expresión nos recuerda que el sacramento principal de los gnósticos era llamado «la cámara nupcial». Sobre el significado de este sacramento no es preciso decir nada. Muchos gnósticos actuales lo conocen. Puede verse también en el Evangelio de Felipe.
«Hagamos un humano tras la semejanza y tras la imagen». La «semejanza» y la «imagen» representan dos posiciones del árbol cabalístico o de las emanaciones del Pleroma. Tras o por debajo de la «imagen» y de la «semejanza» indica que Saklas se dispone a realizar una «creación» en el Mundo Inferior.
«De modo que el reino del Caos y el Mundo Inferior lucharán para llegar a no tener gobernador sobre ellos». Esta es una forma de hablar de la «Salvación» o «Complitud» o «Auto-Realización»
Finalmente unas pocas palabras sobre el asunto que más ha llamado la atención de este Evangelio de Judas Iscariote.
Judas aparece de forma inequívoca como el más elevado de los discípulos de Jeshua. El texto sugiere que todo el drama de la Pasión de Jeshua es una especie de representación planeada de antemano por el propio Jeshua. Esta es una idea común en el gnosticismo. Cada apóstol es un símbolo. Por eso, cuando Jeshua aparta a Judas del grupo de los 12 también dice: «Pero alguien tendrá que sustituirte para que de nuevo los doce representen la Plenitud de Dios». Cada uno de los 12 representa una parte del Cosmos y del propio Ser humano. A Judas Iscariote le encarga Jeshua hacer el papel de traidor porque es una parte fundamental del mito a representar. La idea no es realmente sorprendente. De hecho, explicaría la colección de anomalías que resultan al considerar la versión popular de que Judas realmente fue un traidor. No es necesario entrar en más detalles.
Terminaremos con un párrafo del propio Evangelio de Judas Iscariote:
«Tú serás el treceavo, y serás maldecido por las otras generaciones, pero gobernarás sobre ellos en los últimos días. Y maldecirán tu ascenso a la perfección».
Haciendo lo que es, sin duda, una especulación, casi se diría que el párrafo describe la situación que se ha dado tras el descubrimiento y publicación de este manuscrito.
Informe secreto de la revelación que Jeshua hizo a Judas Iscariote durante una semana y tres días antes de la Pascua.
Cuando Jeshua vino al mundo material hizo milagros y muchas maravillas por la salvación de la humanidad en la que algunos caminaban hacia la plenitud y otros hacia la deficiencia. Y en medio de todo esto doce discípulos fueron elegidos.
El empezó a hablarles de los misterios del Pleroma (plenitud) y lo que ocurriría en el final de los tiempos.
A menudo Él no se les mostraba si no como un niño.
Un día que Él estaba con sus discípulos en Judea dónde solían reunirse para practicar (sentarse a) ejercicios espirituales, cuando El se acercó a sus discípulos y los vio reunidos practicando (sentados para) una oración de acción de gracias por el pan, se puso a reír.
Sus discípulos le dijeron:
– Maestro, ¿por qué te ríes de la oración de acción de gracias? Hemos hecho lo correcto. El respondió y les dijo:
– No me río de vosotros sino de que estáis haciendo esto no por impulso de la voluntad sino porque queréis quedar bien con (elogiar a) vuestro Dios.
Ellos dijeron:
– Maestro, tú eres [también] el hijo de nuestro Dios.
Jeshua les dijo:
– ¿Acaso me conoces? En verdad te digo que nadie de tu generación me conoce.
Cuando sus discípulos escucharon esto comenzaron a irritarse y enfadarse y a blasfemar contra El en su interior.
Cuando Jeshua observó su falta de [comprensión les dijo]:
– ¿Por qué esta agitación os ha llevado a la ira? Vuestro Dios que está dentro de vosotros y […] os ha provocado la ira en vuestra psiquis. Vamos a ver quién de vosotros es [poseedor de fuerza] sobrehumana y es capaz de manifestar al humano perfecto y permanecer delante de mi rostro.
Todos ellos dijeron:
– Nosotros tenemos la fuerza.
Pero sus espíritus no pudieron estar delante de Él, excepto Judas Iscariote quién sí podía estar delante de Él pero no mirarlo a los ojos por lo que volvió la cara.
Judas le dijo:
– Sé quién eres y de dónde vienes. Tú eres del Reino inmortal de Barbelo pero no soy digno de pronunciar el nombre de Aquel que te ha enviado.
Sabiendo que Judas estaba expresando algo que conocía por experiencia directa, Jeshua le dijo:
– Apártate de los otros y te hablaré de los misterios del Reino ya que puedes comprenderlo y te espera una gran aflicción. Pero alguien tendrá que sustituirte para que de nuevo los doce representen la Plenitud de Dios.
Judas le dijo:
– ¿Cuándo me hablarás de estas cosas y cuando será el día en que amanecerá para esta generación?
Pero cuando él dijo esto, Jeshua le dejó.
A la mañana siguiente después de este suceso Jeshua vino a sus discípulos de nuevo.
Ellos le dijeron:
– Maestro, ¿a dónde has ido y qué has hecho desde que nos dejaste?
Jeshua les dijo:
– Fui a ver a otra grande y perfecta generación.
Sus discípulos le dijeron:
– Señor, ¿qué es esa generación que es superior y más perfecta que nosotros? ¿Acaso no está aquí en este reino?
Cuando Jeshua escuchó esto, se echó a reír y les dijo:
– ¿Por qué creéis que sois una generación fuerte y perfecta? [Le sigue un párrafo dañado que requiere un estudio más minucioso. Su traducción se intentará en una próxima revisión].
Cuando los discípulos escucharon esto se perturbaron interiormente y fueron incapaces de decir una palabra.
Otro día Jeshua se levantó (de dormir) con ellos y le dijeron:
– Maestro, te hemos visto en [sueños] y pensamos que ha sido una verdadera [visión…] noche […]
[Jeshua dijo:]
– ¿Por qué tenéis [<dudas> cuando] vais por lo oculto?
Ellos [dijeron:
– Hemos visto] un gran [templo con un gran] altar [y] doce hombres que, creemos, eran los sacerdotes, y un nombre, y mucha gente estaban esperando ante el altar [hasta] que los sacerdotes [… y recibir] las ofrendas empero se quedaron esperando.
[Jeshua dijo:]
– ¿Cómo eran [los sacerdotes]?
Ellos [dijeron:
– …] dos semanas. [Unos] sacrificaban a sus propios hijos, otros a sus esposas, elogiándose humildemente unos a otros. Algunos dormían con hombres, otros se implicaban en la [¿matanza?], otros cometían una multitud de asesinatos y crímenes. Y los hombres que estaban [delante] del altar invocaban tu [nombre] y todas las acciones de su deficiencia concluían con sacrificios […].
Después de que dijeron esto Él se mantuvo quieto y se preocuparon.
Jeshua les dijo:
– ¿Por qué estáis preocupados?. En verdad os digo que todos los sacerdotes que están delante del altar invocan mi nombre. Otra vez os digo que mi nombre ha sido escrito en este [<altar>] de las generaciones de las esencias (centellas) a su paso por las generaciones humanas. [Y ellos] han plantado árboles que no dan fruto, en mi nombre, de forma vergonzosa.
Jeshua les dijo:
– Aquellos que habéis visto recibir las ofrendas del altar sois vosotros. Ese es el Dios al que servís y vosotros sois los doce hombres que habéis visto. Aquellos que como ganado habéis visto llevados al sacrificio son las muchas personas que son corrompidas delante del altar. [Después otro] oficiará y hará uso de mi nombre de esta manera y generaciones de devotos le serán fieles. Después de él otro fornicador oficiará allí, y otro asesino de niños oficiará, y otro de los que duermen con hombres, y otro de los que se abstienen, y el resto serán de las personas corruptas, no sujetas a leyes y caídas en el error y de esos que dicen «nosotros somos como ángeles». Ellos son los que traen todo a su final. Por esto, de las generaciones humanas ha sido dicho: «Mira, Dios ha recibido su sacrificio de las manos de sus sacerdotes», esto es, un ministerio del error. Pero es el Señor, el Señor del Universo el que ordena: «En los últimos días ellos serán avergonzados»
Jeshua les dijo:
– Detened los sacrificios que estáis haciendo sobre el altar ya que ellos están sobre vuestra esencia (centella) y vuestra alma (ángel) llevándolos a su terminación. [Sigue un párrafo muy deteriorado al que finalmente le faltan 15 líneas]
Jeshua les dijo:
– Dejad de luchar por mí. Cada uno de vosotros tiene su propia esencia (centella o estrella) y cada uno… [Faltan 17 líneas y después un párrafo de 5 líneas bastante deteriorado que se revisará en la siguiente edición]
[El resto de la hoja y otra más no se han traducido hasta que un estudio más minucioso nos permita ofrecer una versión satisfactoria del texto]
Judas dijo:
– Maestro, igual que has escuchado a todos ahora escúchame a mí. También he visto una verdadera visión.
Cuando Jeshua escuchó esto se echó a reír y le dijo:
– Tú, treceavo espíritu, ¿por qué intentas hacérmelo difícil? Pero habla y lo soportaré.
Judas le dijo:
– En la visión me vi a mí mismo y a los doce discípulos apedreándome y acosándome. Y también vine al lugar donde […] después de ti. Vi un [templo…] que mis ojos no podía abarcar. Mucha gente lo rodeaba y ese templo tenía una azotea verde. Y en el medio del templo había [un altar… FALTAN DOS LINEAS] diciendo: «Maestro, llévame dentro para salir de entre esas personas».
Jeshua, respondiéndole, le dijo:
– Judas, tu esencia (centella o estrella) se había extraviado.
Y continuó (Jeshua):
– Ninguna persona nacida mortal es digna de entrar en el templo que has visto. Ese lugar está reservado sólo para los perfectos. Ni el sol ni la luna ni el tiempo rigen allí. Pero los perfectos habitarán allí por siempre, en el Reino Eterno, como ángeles perfectos. Mira, yo te explicaré a ti los Misterios del Reino y te enseñaré acerca del error de las esencias (centellas o estrellas) y […] enviarlo […] sobre los doce Eones.
Judas dijo:
– Maestro, ¿podría ser porque mi simiente está controlada según las reglas?
Jeshua le respondió diciéndole:
– Ven, que yo [AQUÍ FALTAN DOS LINEAS] por eso sufrirás mucho cuando veas el Reino y todas sus generaciones.
Cuando él escuchó esto, Judas, le dijo:
– ¿Qué hay de bueno en que yo haya recibido esto? Por ti me apartarán de esta generación.
Jeshua, respondiéndole, le dijo:
– Tú serás el treceavo, y serás maldecido por las otras generaciones, pero gobernarás sobre ellos en los últimos días. Y maldecirán tu ascenso a la perfección.
Jeshua dijo:
– [Ven], te enseñaré [misterios] que ninguna persona ha visto jamás. Existe un Gran Reino sin límites cuya extensión no ha sido vista por generación alguna de ángeles [en el cual] está el Gran Invisible, que ningún ojo de ángel ha visto jamás, que ningún pensamiento del corazón ha podido aprehender y que jamás ha sido nombrado por nombre alguno. Una nube luminosa apareció allí y Él dijo: «Hagamos a un ángel para que sea mi asistente». Y un gran ángel, la claridad divina del No-Generado emergió de la nube. Por su causa otros cuatro ángeles emergieron de otra nube para ser asistentes del angélico No-Generado. El No-Generado dijo: «Hagamos a […] para que sea […]. Y El [creó] la primera luminaria para servirle. Él dijo: «Hagamos ángeles para que le sirvan» y un sinnúmero de ángeles fueron creados. Él dijo: «Hagamos un luminoso Eon», y se creó. El creó la segunda luminaria para reinar sobre él junto con innumerables ángeles para servirle. Así es cómo El creó el resto de los Eones luminosos. El hizo que unos reinaran sobre otros y creó innumerables ángeles para asistirles.
Adamas estaba en la primera nube luminosa de modo que ningún ángel lo había visto en medio de todos esos llamados «Dios». El […] que […] la imagen […] y tras la semejanza de ángel. El hizo aparecer a la incorruptible generación de Seth […] los doce […] los veinticuatro […]. El hizo aparecer setenta y dos luminarias en la generación incorruptible, de acuerdo con la voluntad del Espíritu. Las setenta y dos luminarias hicieron ellas mismas aparecer trescientas sesenta luminarias en la generación incorruptible, de acuerdo con la voluntad del Espíritu, ya que su número debía ser cinco para cada una.
Los doce Eones de las doce luminarias constituyen su Padre, con seis cielos para cada Eón. Así que hay setenta y dos cielos para las setenta y dos luminarias y para cada uno (de los cielos) cinco firmamentos que hacen un total de trescientos sesenta [firmamentos…]. Se les dio autoridad y un sinnúmero de cohortes de ángeles para gloria y […] de todos los Eones y cielos y sus firmamentos.
La multitud de esos inmortales es llamada el Cosmos, esto es, «perdición», por el Padre y las setenta y dos luminarias que están con el No-Generado y sus setenta y dos Eones. En él (el Cosmos) apareció el primer humano dotado de poderes incorruptibles y el Eón que apareció con su generación, el Eón en el cual está la nube del Conocimiento y el Ángel, llamado «El». […] Eón […] tras lo cual […] dijo: «Hagamos doce ángeles para que gobiernen sobre el Caos y el [Mundo Inferior]. Y de la nube apareció un ángel cuyo rostro resplandecía con fuego y cuya apariencia era como de sangre. Su nombre fue Nebro, que significa «rebelde». Otros lo llaman Yaldabaoth. Otro ángel llamado Saklas, emergió de la nube. Así Nebro creó seis ángeles, y lo mismo hizo Saklas, para asistirles. Y esto dio como resultado doce ángeles en los cielos y cada uno recibió una parte de los cielos.
Los doce Arcontes (gobernadores) hablaron con los doce ángeles: [LINEA DETERIORADA DE DIFÍCIL TRADUCCIÓN]
El primero es [S]eth, que es llamado Cristo.
El [segundo] es Harmathoth, que es llamado […].
El [tercero] es Galila.
El cuarto es Yobel.
El quinto es Adonaios.
Estos son los cinco que gobiernan sobre el Mundo Inferior, especialmente sobre el Caos.
Entonces Saklas dijo a sus ángeles: «Hagamos un humano tras la semejanza y tras la imagen».
Y ellos confeccionaron a Adam y a su esposa Eva, la cual es llamada, en la nube, Zoe. Por este nombre conocen todas las generaciones al hombre y cada una de ellas llama a la mujer por esos nombres. Ahora bien, Saklas no ord[enó…] exceptuando […] las gener[aciones…] esto […]. Y el [gobernador (arconte)] dijo a Adam: «Tú y tus hijos vivireis mucho tiempo».
Judas dijo a Jeshua:
– ¿[Cuánto] es el tiempo que los humanos han de vivir?
Jeshua dijo:
– ¿Por qué te maravillas de esto, de que Adam y su generación hayan vivido su período de vida en el lugar en el que recibieron su reino con la longevidad que les correspondía?
Judas dijo a Jeshua:
– ¿El espíritu humano muere?
Jeshua dijo:
– Esto es porque Dios ordenó a Michael dotar de espíritu a las gentes como un préstamo, para que puedan servir. Pero el Gran Uno ordenó a Gabriel conceder espíritu a la Gran Generación que no tiene gobernadores (arcontes) sobre ellos, o sea, espíritu y alma. Por tanto, el [resto] de las almas [FALTA UNA LINEA].
[…] luz [FALTAN CASI DOS LINEAS] alrededor […] permite […] espíritu [que está] dentro de ti morar en esta carne entre la generación de ángeles. Pero Dios hizo que el Conocimiento fuese dado a Adam y a los que estaban con él de modo que el reino del Caos y el Mundo Inferior lucharán para llegar a no tener gobernador sobre ellos.
Judas dijo a Jeshua:
– Entonces ¿qué pueden hacer estas generaciones?
Jeshua dijo:
– En verdad te digo, para todos ellos la esencia (centella, estrella) contiene materia para completarse (hacerse completa, realizarse o auto-realizarse). Cuando Saklas termine el período de tiempo que tiene asignado su esencia (centella o estrella) primera aparecerá con las generaciones y ellos podrán terminar lo que dijeron que podían hacer. Luego ellos fornicarán en mi nombre y asesinarán a sus hijos y ellos […] y [FALTAN CERCA DE SEIS LINEAS] mi nombre, y él […] su esencia (centella o estrella) sobre el [trec]eavo Eón.
Después de esto Jeshua [se echó a reír].
[Judas dijo]:
– Maestro, [¿por qué te ries de nosotros?]
Jeshua le respondió diciéndole:
– No me rio [de vosotros] sino del error de esas esencias (centellas o estrellas) porque esas seis esencias (centellas o estrellas) rondan con sus cinco combatientes (firmamentos) y todas ellas serán destruidas junto a sus criaturas.
Judas dijo a Jeshua:
– ¿Qué deben hacer los que han sido bautizados en tu nombre?
Jeshua dijo:
– En verdad te digo, este bautismo […] mi nombre [FALTAN CASI NUEVE LINEAS] a mí. En verdad te digo, Judas, [que aquellos que] ofrecen sacrificios a Saklas […] Dios [TRES LINEAS DESTRUIDAS] todo lo que es malvado. Pero tú serás sobre todos ellos porque tú sacrificarás al hombre que me sirve de vestido.
Ya tu cuerno ha sido levantado. Tu cólera ha sido encendida. Tu esencia ha mostrado su brillo. Y tu corazón ha […].
En verdad [te digo] tu último […] ha sido [FALTAN DOS LINEAS Y MEDIA] aflicción [FALTAN DOS LINEAS] el gobernador, hasta que él sea destruido. Y entonces la imagen de la Gran Generación de Adam será exaltada por encima del cielo, de la tierra y de los ángeles. Esa generación que proviene de los reinos eternos existe. Mira, te lo he dicho todo. Levanta tus ojos y mira a la nube y a la luz dentro de ella y las escaleras que la rodean. La esencia (centella, estrella) que marca el camino (que va delante) es tu esencia (centella, estrella).
Judas elevó sus ojos y vió la nube luminosa y entró en ella. Aquellos que permanecían sobre la tierra escucharon una voz saliendo de la nube, que decía: [EL TEXTO ESTÁ DESTRUIDO]
[…] sus altos sacerdotes murmuraban porque El había ido a la habitación de invitados para su oración. Pero algunos escribas vigilaban con cuidado con la finalidad de arrestarlo durante la oración, por temor de la gente que lo veía como un profeta.
Ellos se acercaron a Judas y le dijeron:
– ¿Qué haces aquí? Tú eres un discípulo de Jeshua.
Judas les respondió lo que ellos deseaban. Y él recibió algunas monedas que le arrojaron.
El Evangelio de Judas