Tierra del Mayab
Tierra del Mayab significa «Tierra de los Pocos».
Los Mayas y, en general, todas las tribus precolombinas se postularon políticamente cósmicas, estableciendo por observación de la naturaleza una organización comunal.
Su sistema educativo trascendental les permitió formar los más grandes astrónomos de la humanidad.
Sus matemáticos, que inventaron el cero y la posición de los valores numéricos, dierono los medios para todos los cálculos antiguos y actuales.
Sus cultos, no se basan en creencias; antes bien se fundamentan en una religión-ciencia.
Su numeración es de tipo vigesimal y no decimal, como la nuestra, o sea, que en lugar de cambiar la columna en diez, ellos cambiaban hasta el veinte.
Por eso su ciencia es incomprensible para nosotros: muchos cálculos y cifras escapan a nuestra comprensión.
Como ejemplo podemos citar su calendario, que es más exacto que el Gregoriano, el que se utiliza actualmente, pues este último tiene años bisiestos. Basta recordar que el 29 de febrero nada más existe cada cuatro años, cuando esto sucede, el año es de 365 días y 6 horas, lo cual es un grave error de cálculo.
Año terrestre y año lunar
Los Mayas calcularon con exactitud el año terrestre y el año lunar, la revolución sinódica de Venus, los solsticios y los equinoccios.
Entiéndase por Revolución Sinódica de Venus la alineación de este planeta con respecto a la tierra.
O dicho desde un punto de vista científico: conjunto de planetas en el mismo grado de la elíptica.
Siendo Venus la representación de la Serpiente emplumada Kukulkan.
Los equinoccios son dos: el de primavera (el 21 de marzo) y el de otoño (el 22 de septiembre).
En estas fechas se plasma la bajada y subida de Kukulkan.
Es cuando el planeta observa el fenómeno de los días y noches iguales.
Los solsticios también son dos.
El del 21 de junio en verano, es el día más largo del año.
Debido a que en esta fecha la pirámide de Kukulkan es iluminada en forma esplendoroso por la luz del sol, los mayas lo llaman Kunn (detener) Ku (Dios).
El Sol se detiene (para los mayas el Sol es una representación de Dios).
El segundo solsticio, el del 21 de diciembre en invierno, es por el contrario la noche más larga del año.
Calendarios, geometría piramidal y equinoccios.
El catolicismo adoptó el calendario el juliano para su cronología.
En el Concilio de Nicea, celebrado en el año 325 d. C., se determinó la fiesta religiosa de Pascua de Resurrección.
Esta coincidiría con el domingo siguiente de la primera Luna Llena que hubiera después del equinoccio de primavera.
La maravillosa geometría piramidal, armonizando con los siete triángulos de luz y sombra originados por el movimiento del Sol, en sus días equinocciales nos muestra los conocimientos Mayas.
Los Mayas a través de estudios de astronómicos y matemáticos, formularon extraordinarios conocimientos que delimitan el tiempo y el espacio del hombre.
Establecieron una profunda relación entre las estructuras piramidales y el movimiento de los cuerpos celestes.
El Equinoccio de Primavera en la Pirámide de Kukulkan
Estos conocimientos les permitieron predecir con exactitud sucesos astronómicos como los equinoccios y los solsticios, las fases lunares y las rutas de los Astros, entre ellos, las constelaciones planetarias y los eclipses.
Todo esto lo plasmaron en sus pirámides.
Así vemos que el Castillo de Chichen-ltzá, templo dedicado a Kukulkan, es un claro ejemplo de esto.
Por principio, esta construcción se basa, primeramente, en el punto y el círculo, esta es la síntesis maravillosa de sus edificios que aún perduran.
Seguidamente viene la observación de la salida del Astro Rey durante el día y la noche más largos del año (solsticios), y de la observación de estos mismos fenómenos durante los equinoccios.
Esta portentosa pirámide de Kukulkan es un gigantesco calendario arque-astronómico, lleno de arte, ciencia, filosofía y religión.
Nos deleitamos de la sabiduría maya, de su gran conocimiento y todo esto sucede en el inicio de la vida, de la primavera, el 21 de Marzo.